Comenzamos dando una posible definición de lo que sería el rendimiento escolar. Entonces, entendemos como tal al nivel de conocimiento que obtiene un alumno como resultado de una evaluación que mide el producto del proceso de aprendizaje en el que participa. Según esto, podemos decir que este rendimiento escolar puede estar o no influido por el número de hermanos y, por ende, por el entorno familiar. Algunos estudios afirman que el número de hermanos sí afecta al rendimiento escolar de los niños, mientras que otros estudios revelan que el número de hermanos no es determinante en el rendimiento académico de los alumnos.
En algunos casos, el tener un solo hijo puede influir positivamente en su rendimiento escolar ya que los padres pueden centrar toda su atención en él. Por otro lado, si lo miramos desde el otro punto de vista, un hijo único puede tener un menor rendimiento escolar que sus compañeros puesto que se pueden dar casos en los que los padres sean muy permisivos y dejen que el niño descuide sus estudios si así lo desea.
Centrándonos ahora en las familias numerosas, podemos decir que el número de hermanos puede influir negativamente en los niños ya que, al tener más hijos, los padres tienen que dividir su atención entre todos y puede ocurrir que no se impliquen lo suficiente en la educación de cada uno de ellos. Además, algunos estudios afirman que el rendimiento escolar de cada hijo varía según el orden de nacimiento, de tal manera que los hijos mayores tienen mejor rendimiento escolar y los menores, menor rendimiento escolar. Sin embargo, hay autores que afirman que el número de hermanos influye positivamente en los niños, ya que el tener hermanos mayores con estudios superiores puede ayudarles.
REFLEXIÓN:
La influencia de los hermanos en el rendimiento escolar es un tema muy subjetivo y de difícil estudio puesto que, como ya hemos visto al principio, cada familia es un mundo y tiene sus propias características y problemas que pueden influirles en mayor o menor medida. Del mismo modo, no todos los padres ni los hijos son iguales y por lo tanto, pueden actuar de diferentes maneras ante las distintas situaciones que se les presentan.
Lo que sí podemos deducir es que si los padres no se responsabilizan y ponen atención a los aspectos académicos de sus hijos puede que éstos tengan un menor rendimiento escolar puesto que cualquier problema o dificultad que les surja quedará sin resolver. Del mismo modo, los hijos a medida que van madurando deben ir asumiendo su responsabilidad e implicarse en su educación de manera independiente a sus padres.